domingo, 20 de octubre de 2013






Últimamente me cuesta cada vez más pasarme por aquí. Y si el milagro ocurre, tiene que ser gracias al arte, a esas cosas que estremecen el alma. Un pasaje de la novela de una escritora que me encanta, Virginia Woolf. To the lighthouse (Al faro) está ambientada en la isla de Skye, esas llanuras escocesas  infinitas en el norte de los nortes que tan bien conozco, que tan dentro siento.

To the lighthouse no es diferente a las otras novelas que he leído de la escritora de Bloomsbury. Sus palabras son como gotas de lluvia que se cuelan en los recovecos más oxidados de la conciencia, desvelando así los secretos más ínfimos de la mente humana. Leo la novela en inglés, pero a veces me topo con enigmas. Como hoy. "A wegde-like core of darkness". ¿Qué querrá decir? Core sugiere centro, corazón. Darkness, la oscuridad más insondable. Pero, ¿y wegde? Wegde es una cuña, de esas de madera que se colocan para dejar las puertas abiertas. ¿Qué hacía ese objeto tan mundano, tan sumamente aburrido, exento de significado poético en las líneas de Mrs. Woolf? No acababa de comprender como la protagonista de la novela, Mrs. Ramsay, que espera la llegada de las luces del faro con un anhelo místico, como el del sacerdote que aguarda los susurros de los ángeles, en medio de esa intensa descripción de su encuentro con las luces del faro (un haz de luz, y luego otro, y otro) se compara a sí misma con una "wegde-like core of darkness". Y buscando y buscando, he encontrado un posible análisis a este misterio. Como sabéis, pocas cosas hay más subjetivas que la literatura. Pero me ha gustado esta explicación. Aparentemente, "wegde" también puede hacer referencia a una forma triangular (que es en realidad la que tiene una cuña). Según el autor de esa reseña "a wegde-like core of darkness" es una especie de eufemismo para designar su vagina. Bueno, un triángulo de oscuridad... así dicho, tampoco me parece imposible. Y los haces de luz que ella espera del faro ("strokes" en inglés, palabra que también significa "golpe") penetran en su "wegde-like core of darkness" y así alcanza el éxtasis esta mujer brillante, de buena familia, casada con ocho hijos, hastiada de la vida, que solo sabe tejer, sentada en el jardín, mientras espera la oscuridad, las nieblas... el faro.

For now she need not think about anybody. She could be herself, by herself. And that was what now she often felt the need of—to think; well, not even to think. To be silent; to be alone. All the being and the doing, expansive, glittering, vocal, evaporated; and one shrunk, with a sense of solemnity, to being oneself, a wedge-shaped core of darkness, something invisible to others. [...] and pausing there she looked out to meet that stroke of the Lighthouse, the long steady stroke, the last of the three, which was her stroke, for watching them in this mood always at this hour one could not help attaching oneself to one thing especially of the things one saw; and this thing, the long steady stroke, was her stroke. Often she found herself sitting and looking, sitting and looking, with her work in her hands until she became the thing she looked at—that light, for example.

Virginia Woolf, To the lighthouse