domingo, 30 de diciembre de 2012





Hay veces que una escritora se queda sin palabras. Y de ahí viene mi largo silencio. La vida me ha dado nuevos golpes que no esperaba. Soy como un pájaro a punto de levantar el vuelo y de repente descubro que hay tormenta.

Pues tendremos que volar, yo sola conmigo, en tormenta.

Y si el viento nos lleva acá o allá, habrá que dejarse. Pero con los ojos fijos en un horizonte siempre claro. Porque no voy a perder el rumbo.

Ojalá los dioses me den valor. Ahora no está el espíritu de la montaña para inspirar la voluntad en mí, pero al menos que esté el del sol, este que es cálido y benevolente en España.

Y los pájaros.

Con vosotros emigraré hacia tierras mejores.

jueves, 13 de diciembre de 2012




Iba a actualizar un día de estos, pero decidí esperar hasta hoy para poder decir que...

¡¡Tengo un mes de vacaciones!!

Efectívamente. University of Edinburgh es tan cool que pese a haber tenido que exprimir toda mi sangre para utilizarla de tinta en mil diabólicos trabajos, comprarme un par de ojos nuevos en el mercado negro (que ya no gafas) por tener que leer una (o dos) novelas semanales, pagarme un logopeda porque mezclo inglés, japonés y español en la misma frase y ya nadie me entiende y finalmente casi tirarme por North Bridge (nota, debajo de este puente no hay un río pero sí pasan trenes, lo que a efectos prácticos viene a ser hasta más cómodo) pues va y me regala un mes de vacaciones, ale, para que no me queje.

Y no me quejo. El examen de hoy ha sido... interesante. Pero con un poco de suerte no volveré a hacer una asignatura de lingüística en mi vida (qué le voy a hacer, soy del tipo masoquista que prefiere tragarse enteras dos novelas de literatura escocesa a la semana, como si fueran pastillas de iboprofeno) y todo esto quedará en una graciosa anécdota. (Tras clases extrañas de esas en las que no entiendes nada, profesores psicópatas que solo hablan de matar perros y traumatizar niños o horas y horas de mi vida estudiando algo que en realidad me la sopla, dicho pronto y claro).

Pero bueno, estoy de vacaciones. Ya todo está bien. Aunque el destino me juege malas pasadas y este 2012 haya sido el peor y el mejor año de mi vida. El peor porque madre mía, ha sido una carrera de obstáculos que he tenido que correr mientras el suelo se agrietaba a mis pies y todo se hundía en las profundidades del volcán. Primero con la ansiedad, que vaya palabrita, se dice rápido pero no se la deseo ni a los profesores que han pensado las tan acertadas (nótese la ironía asesina) preguntas del examen de hoy. Después de eso un veranito de depresión (depresión por aburrimiento, pero una depresión fina), más ansiedad, viaje a Edimburgo, mi primera experiencia viviendo sola...

En el viaje a Edimburgo he pasado las mil y una. Y mira que me consolaba que cierta persona iba a venir a visitarme. Por que aquí, alejada de todo y con este clima infernal... digo invernal, pues una visita puede ahorrarte mucho en calefacción y whisky. Pero resulta que esa persona, el día antes de comprar el billete va y se rompe el brazo.

Así que me dije (tras el batacazo) por lo menos aún me quedarán las alegres navidades en España. Ja. Este noviembre ciertos sucesos me han hecho ver (entre otras cosas) que probablemente las navidades van a ser bastante diferentes, y también a eso tendré que aprender.

Que no es que me queje (¿yo quejándome?) pero vamos. Tanto lío fuera como por dentro. Y encima hoy es 12/12/12. Pues eso. un, dos, un, dos, un, dos... ¡¡a ese ritmo marcial me está haciendo avanzar el destino!!

Y yo que me quejaba antes de que mi vida era aburrida.......


domingo, 9 de diciembre de 2012



Who's there knocking at my window?
The owl and the Dead Boy
This night whispers my name
All the dying children

¿Quién anda ahí, llamando a mi ventana?
El búho y el niño muerto.
La noche susurra mi nombre.
Todos los niños  que han muerto.

Virgin snow beneath my feet
Painting the world in white
I tread the way
and lose myself into a tale

La nieve vírgen bajo mis pies
Pinta el mundo de blanco
Al desviarme de la senda
 he acabado por perderme en el cuento.

Come hell or high water
My search will go on
Clayborn
Voyage without an end

Venid, infierno o mareas
Continuaré con mi búsqueda
Nacida de arcilla
Viaje sin final.


The nightingale in a golden cage
That's me locked inside reality's maze
Come someone make my heavy heart light
Come undone
Bring me back to life

El ruiseñor en una jaula dorada,
Esa soy yo, atrapada en el laberinto de la realidad
¿Puede alguien aliviar el peso de mi corazón?
Venid, deshaced,
Devolvedme a la vida.

The nightingale in a golden cage
That's me locked inside reality's maze
Come someone make my heavy heart light
It all starts with a lullaby

El ruseñor en una jaula dorada
Esa soy yo, atrapada en el laberinto de la realidad
¿Puede alguien aliviar el peso de mi corazón?
Todo da comienzo con un a melodía…

Journey homeward bound
A sound of a dolphin calling
Tearing off the mask of man
The tower
My sole guide

Un viaje de vuelta al hogar
El sonido de la llamada del delfín
Que despoja al hombre de su máscara.
La torre
Mi única guía

This is who I am
Escapist
Paradise Seeker
Farewell, time to fly
Out of sight
Out of time
Away from our lies

Esto es quien soy
Escapista
En busca del Paraíso
Adios, es tiempo de volar
Lejos de vuestra vista,
Del tiempo,
Lejos de todas nuestras mentiras.

sábado, 8 de diciembre de 2012



Tres meses.

Ahora escribo en español. ¿Por qué? Porque deseo que algunos de los que me leéis y no andáis muy bien con el inglés (cosa perfectamente respetable, claro está) me entendáis; muchas veces este es el único vínculo diario que puedo mantener. Y lo hago con gusto.

Tres meses desde que aterricé por primera vez en tierras escocesas. Muchas cosas han cambiado. Las posibles relaciones de las que hablaba en el otro post se van afianzando positivamente, aunque para una persona terriblemente impaciente como yo esto es difícil. Pero bueno, de eso van las relaciones humanas también, de paciencia. Así que espero. Roma no se hizo en tres días y al parecer un AMIGO (porque yo no me conformo con poco, claro está) no se hace en tres meses. Ay, como me estoy riendo ahora de mí misma...

Tres meses dan para mucho crecimiento personal también. Momentos de pánico absoluto tirada en el suelo, pidiéndole a los dioses que se lleven lo que quieran, que no tengo nada que ocultar. Pensando, ¿y a quién llamo? ¿Y a quién grito? Y luego dándome cuenta de que todo se pasa, que yo misma me basto y me sobro, que no estoy sola porque estoy conmigo.

Tres meses también dan para el crecimiento espiritual. Llevaba mucho tiempo buscando dos libros, y, mágicamente, ambos se han cruzado en mi camino, llenos de secretos, enseñanzas, viajes. Porque eso es lo que traen los buenos libros, los que yo busco, como busca el viajero sin mapa el tesoro legendario; por mar, por tierra. Y solo se orienta con la estrella polar... ¿A dónde me llevará este viaje?

Tres meses dan para conocer a personas que ya conoces aún más. Para darte cuenta de que la vida es una fuerza que no espera ni puede entenderse, que lo único que puedes hacer con esta música es danzar. Y si el ritmo cambia, mueve los brazos, las piernas, la cabeza, lo que sea. Sigue el ritmo. Solo paran los que están muertos. Y las personas bailan, y te das cuenta de que muchas son admirables, que hay tanto que aprender. Se dicen cosas del género humano, como que las personas son crueles o egoístas, o que el mundo es un lugar oscuro y desolador, como una noche de invierno en Escocia. Pero yo no creo eso. He visto amor, honestamente, y he visto acciones profundamente desinteresadas. ¿Para qué guardar rencor, para qué envenenarse? Esto me lo han dicho y así lo pienso. Aquí estamos todos juntos, eso es indudable. Todos viviendo en comunidad. Menos San Kevin, que se marchó a Glendalough (Irlanda) a vivir en una cueva con vistas a dos lagos cristalinos. San Kevin no tenía que darle cuentas a nadie y vivía bien a gusto, y encima le hicieron santo. Él no le debía nada al género humano porque prefería correr con los ciervos y conversar con los búhos al anochecer. Ahora bien, el que tenga el valor de hacer lo que el hizo... Que vivir en una cueva, por muchas vistas a los lagos cristalinos que tenga, también debe tener lo suyo. Que por algo le hicieron santo, a mi pobre y querido San Kevin. En fin.

Tres meses para viajar a uno de los lugares más bellos de Escocia, North Berwick. Para terminar las clases con buenas notas y empezar a considerar quedarme en la Universidad de Edimburgo por siempre jamás, aunque todos sabemos que del dicho al hecho no hay un trecho pero quizá sí un océano de incertidumbre y papeleo burocrático. Para ir a mi primer bounenkai. Probar mi primera comida tradicional japonesa y seguir con el shock cultural. (De las cosas que me estoy enterando y que no salen en los mangas... ay, ay). Para ir al ciclo de cine francés entero en la Filmhouse. Y ver atardecer a las tres y media...

Tres meses dan para mucho. Y ahora todo colisiona y llega la hora de la verdad. De los exámenes, pero no solo de los académicos. Algunas lecciones han sido duras. Soledad. Impotencia. Tristeza. Otras, luminosas como revelaciones. Amor. Felicidad. Descubrimiento. Las prácticas han terminado y pronto el estudio lo hará también. Y entonces tendré que demostrar mis conocimientos. ¿Habré sido una buena alumna, como es mi costumbre habitual?

Habrá que esperar hasta el siete de enero para saberlo...

viernes, 7 de diciembre de 2012



Hoy me levanté tan cansada que no podía estudiar. Las noticias que me llegaron por la mañana no eran buenas. Así que intenté concentrarme en la pequeña y acogedora de psicología, pero todo esfuerzo era en vano. Finalmente decidí abandonar algo que de todas formas no me interesa y me marché a la cafetería de la biblioteca, donde esperé a que mi única compañera española de aquí llegara y nos fuéramos a comer juntas.

Después de eso, y con un cansancio indescriptible, me arrastré a imprimir unos apuntes que aún necesitaba. Cuando los tuve entre mis manos me dirigí hacia el despecho de uno de mis profesores, que tenía dos horas de tutoría. Tenía que preguntarle unas dudas sobre el temario, aunque no me apetecía nada. Cuando llegué a la puerta, solo había un posit pegado en una caligrafía indescriptible. Tras unos largos minutos dándole vueltas al misterioso mensaje acabé por comprender que venía a decir como algo así: "He estado esperando 45 minutos pero nadie ha venido así que suspendo la tutoría por hoy". Genial, me dije. Porque se había marchado probablemente justo al llegar yo. Y mira que no había querido ir a la hora en punto pensando que habría mucha gente... que en la clase somos más de doscientos. Pero bueno; me enfurruñé. No me apatecía regresar a la residencia, pero tampoco quería volver a los libros. Así que me calé la capucha (estaba lloviendo, cómo no) y eché a andar. A algún sitio llegaré, me dije. A algún sitio.

El día ha sido gris hoy. Uno de esos días escoceses en los que el cielo es una masa de nubes grises que se traga la luz y nos obliga a existir en una penumbra húmeda y desoladora. La ciudad parece más vieja y oscura que nunca esos días. Caminé en dirección a la Royal Mail, pero a medio camino me decanté por una calle que baja a Cowgate. La Royal Mail, Prince Street y todas las calles famosas están en las alturas; bajo el puente están escondidas Cowgate y Grass Market: un entremado de callejuelas misteriosas, oscuras, fantasmagóricas y ruinosas. Pero me encanta su aire decadente, sus secretos. Porque sí, en Edimburgo hay un puente, pero bajo él no discurre un río sino otra ciudad completamente diferente. La que ahora os describo.

En Grass Market todo son pubs y cafeterías para tomar té y un trozito de apple pie. Yo buscaba librerías porque me encantan, y he entrado en todas las que se han cruzado en mi camino. Como estaba en esta parte de la ciudad todas eran de segunda mano. Locales con olor a humedad y moqueta polvorienta; estanterías hasta el techo que se adaptan a la intrincada forma de las paredes como si hubieran crecido a partir de ellas. Volúmenes de todos los temas imaginables pero que serían imposibles de encontrar en sitios como la Fnac o Waterstones aquí en Escocia. Libreros canosos, comn gafas, que ojean algo o teclean en un ordenador antiguo abrigados con bufanda y gorro, porque estos locales no suelen tener calefacción. Y en la esquina duerme un perro...

También he entrado en una tienda de cosas bonitas. Hay muchas así en aquí. Venden todo tipo de artículos: joyas, peluches para niños, libros de filosofía y espiritualidad, juegos de cartas, tazas de té e incluso adornos navideños... En esta tienda, que hacía esquina, había una madre y su hija sentadas tras el mostrador. La madre rondaría los sesenta pero llevaba ropa colorida, new age. La hija no tendría más de veintitantos. Ambos eran parecidas, dos verisones de la misma persona en diferentes tiempos. En la trastienda, un hombre (¿el hijo, el amante? era demasiado joven para ser el padre) hacía té.

Después he subido hasta Prince Street, tras atravesar el cementerio. Pero no me he detenido en esta la calle más concurrida (razón a tener en cuenta para evitarla, al menos en mi caso) y he seguido subiendo hacia New Town y sus casas perfectas, que transmiten la armonía y el optimismo de una vida mejor y más cómoda; una vida en la que el té siempre se sirve a las cinco acompañado de scones y mermelada de fresa. No naranja amarga. Cuando he alcanzado George Street se podía ver el mar a los lejos... y un incendio, o al menos eso me ha parecido; una esfera ardiente en el horizonte, sobre las aguas. De color naranja dorado, muy intenso. He tardado en darme cuenta de que era el sol, al atardecer, como una joya que se hubiera desprendido he ido a caer entre la monótona densidad de las nubes. Qué belleza, ese momento, en Old Town, en el silencio de la lluvia. Y aún así el sol, precisamente al atardecer. Una despedida. Tristeza.

No llevaba la cámara encima, pero estos momentos no son para archivarlos sino para saborearlos. Como se degusta un caramelo que se derrite poco a poco en la boca hasta que su dulzura acaba por perderse en el recuerdo.

https://www.youtube.com/watch?v=zmjbsEulgT8

miércoles, 5 de diciembre de 2012




Hoy voy a hablar de algo que me ha sorprendido y también de D.

Conocí a D. un soleado domingo en Edimburgo en el que, en un arranque de felicidad y bendito optimismo decidimos (ella, Y., E. y yo) subir a Arthur's Seat. Era ya la segunda vez para mí coronando esta histórica cima escocesa.

Recuerdo que D. me cayó bien, aunque casi no pude hablar con ella. Parecía ya estar muy unida a Y. en esos días. Yo hasta pensaba que se gustaban, porque la conexión entre ellos es evidente. Luego me enteraría (semanas más tarde) de que D. tiene un novio desde hace cinco años, con quien de hecho convivía en un piso alquilado el año pasado. Aunque eso no me disuade de pensar que cuando Y. conoció a D. quizá buscaba otra cosa. Aunque Y. diga que no le gustan las chicas extranjeras. Nunca se sabe con Y. Es japonés, pero un japonés raro. Ahí lo dejo.

Total que D. y yo volvimos ha coincidir en varias ocasiones. En una noche de nostalgia infina le desnudé mi alma (parcialmente) y ella me respondió con un sms que no me esperaba pero me reconfortó más de lo que ella piensa. Para su cumpleaños, le toqué una canción de Satie que luego resultó tener un significado muy especial para ella (el cual yo desconocía, obviamente; de hecho escogí Satie por dos cosas: me sabía muy bien esa pieza y además Satie es francés, como D.) No fue hasta que hicimos juntas el viaje a North Berrick hasta que realmente empezamos lo que quizá sea una amistad. En ese viaje organizado el destino se confabuló para que, por un lado, yo me decidiera a dejar a un lado mis responsabilidades (es decir, essays) y concederme un día de fiesta y, por otro lado, todos nuestros demás compañeros estuvieran terriblemente ocupados y acabáramos yendo las dos solas. Pero creo que a ninguna de nosotras nos importó demasiado, porque ya ambas intuíamos que sería una buena oportunidad para conocernos. Y sabíamos que nos íbamos a caer bien.

Así fue. Caminar en completa soledad siete kilómetros con el Mar del Norte a un lado y las misteriosas colinas de Escocia al otro da para mucho. En nuestro caso, nos descubrimos afines y al mismo tiempo lo suficientemente diferentes como para interesarnos mutuamente. Después de eso, hemos empezado a construír lo que puede empezar a ser una amistad paso a paso.

Para empezar, D. es muy reservada e intuyo que complicada. Su manera de ser me recuerda mucho a la de mi propia hermana; quizá por ello me cayó tan bien desde el principio o empatizo tanto con ella. Pero poco a poco me va haciendo un hueco en su vida y yo se lo hago en la mía. De hecho, he de confesar que se ga convertido en mi confesora aquí, en este otoño que está siendo tan crudo. Puedes hablar con D. porque siempre escucha. Aunque si le cuentas cosas tristes, sus enormes ojos azules absorven y reflejan dicha tristeza de una manera a veces tan intensa que me preocupa, y no sé si hago bien contándole cosas tristes porque quizá la afecten demasiado. Además, los amigos están principalmente para echarse unas risas, ¿no es así? Y para crear recuerdos felices.

Pero este otoño está siendo algo crudo.

El domingo pasado D. me contó, llorando, que la madre de su mejor amigo, que llevaba ya bastante tiempo enferma de cáncer, murió el sábado. No es el mejor momento para deprimirse, porque además de estar lejos de Europa también estamos de exámenes. Así que intenté consolarla como buenamente pude, aunque estas situaciones uno jamás sabe si es que se pasa o no llega.

Así quedó la cosa hasta que hoy D. me ha dicho que se vuelve a Francia mañana para estar con su amigo. Volverá el lunes, un día antes de su primer examen. La noticia me ha sorprendido mucho. Es cierto que a D. se le arrasan los ojos cada vez que habla de su mejor amigo. Me pregunto si la amistad que le une a él es parecida a la que mantiene con Y. En ese caso, y acrecentada por los años, debe de ser una muy buena relación, con lo cual puedo entender su tristeza. Pero me parece de repente muy valiente que decida gastar parte del dinero que ha ahorrado con su trabajo parcial en una panadería en volverse a Francia cuatro días, por no hablar de la presión de los examenes... Así que si verdaderamente su amigo -quien indudablemente estará pasando el invierno más frío, de eso no cabe duda- vale más que el dinero y que las responsabilidades, debe de ser una persona muy valiosa (¿o lo será D.?) En cualquier caso, no veo a todo el mundo tomando esa clase de decisiones. Los amigos son amigos, está claro, pero pocos de ellos permanecen también cerca cuando el frío es tan intenso que paraliza. Y lo digo sin juzgar a nadie, por supuesto, que todos tenemos nuestra vida y circunstancias. De hecho, ni yo misma sé que haría en la situación de D. En cualquier caso, su gesto me conmueve.

Ojalá tenga buen viaje mañana.


lunes, 3 de diciembre de 2012








En el cumpleaños de M., la chica japonesa, he tenido varias revelaciones. Es curioso, cuando estas sola y lejos de casa, te das cuenta de que eres un granito de arena en el universo. No es que me importe ser un granito de arena en el universo. Nunca he querido ser la montaña más alta, ni la roca más pesada. Qué va. A mí me interesa lo extraño, lo desconocido, lo incomprensible. Lo que nadie mira porque todos están pendientes de lo llamativo, lo obvio, lo evidente.



domingo, 2 de diciembre de 2012





Uno de diciembre.

Sé que escribo esta entrada tecnicamente el día dos, pero no me importa. Aún siento que es día uno, aunque sea tarde.

Siempre me han gustado los uno de diciembre. Diciembre es mi mes favorito desde que tenía uso de razón. Octubre y Noviembre siempre son tristes, pero con Diciembre vuelve la confianza, la alegría y la excitación de que algo bueno me aguarda.

Este año he comprado un calendario de adviento. Es rosa, de una cerdita que se llama Peppa Pig y sale en unos dibujos animados bastante populares en UK. Solía verlos en Irlanda porque eran tan fáciles de entender para mí (normal, los entienden hasta los niños de tres años, eso sí, niños de habla inglesa) que era inevitable quedarse enganchada a la pantalla. Hasta que alguien me descubría y empezaba a reírse, aunque a mí eso me daba igual. No aguanto a Bob Esponja, pero la Peppa esta sí se me hacía simpática, cosas de la vida.

El caso es que hoy, muy feliz, me he comido el primer chocolate. Que por cierto, el calendario lo compré en pounland, de ahí que sea de Peppa Pig. Era eso o uno de superhéroes, y desde que vi The Avengers el otro día creo que ya he tenido suficiente.

Pero volvamos a Diciembre. Hace tanto, tanto frío... Me he bebido tres tazas de té de mango seguidas por la tarde, en un acto desesperado por introducir algo de calor en mi cuerpo. Mientras caminaba por la Royal Mail, por cierto, he gastado todo el dinero que llevaba encima en un especie de orejeras. Pero no me arrepiento, porque cuando tienes los pies calentitos y las orejas, el frío es un perro que muerde menos, os lo aseguro.

Luego he ido a celebrar el Bounenkai. El Bounenkai es la fiesta tradicional de fin de año que se celebra en japón. Supuestamente consiste en una despedida a todos los problemas y dificultades del año viejo. Hay que olvidar todo lo malo que ha pasado, y para eso, ¿qué mejor que ponerse hasta las cejas de sake?

Sin embargo, nuestro Bounenkai ha sido bastante artístico y muy poco etílico. Ha habido varias actuaciones, entre ellas la mía tocando el piano. Me gustaría decir que he estado maravillosa; sin embargo, la presión de que más de uno estaba mirándome me ha puesto realmente nerviosa y me he quedado en blanco en la segunda canción. Lo irónico es que puedo tocar esa canción con los ojos cerrados... estando sola. Siempre que toco en público tiemblo como un flan con párkinson hasta que la sangre abandona mis dedos y se concentra en mis mejillas. En fin. Menos mal que al final he tocado una danza irlandesa (siempre me quedará Irlanda, menos mal) y mi querido E. se ha puesto a bailar y eso ha hecho que todo el mundo quisiera secundarles, guiness en mano, por supuesto, y al final ha sido bastante divertido. E. ha estado magnífico en todo momento, la verdad. Tengo que agradecerle que haya montado esta fiesta... y decirle que estaba realmente handsome con su esmóquin, aunque el color mostaza no le favorezca especialmente.

Después de eso he estado rondando aquí y allá. A. estaba divertido. Lo gracioso de conocer japoneses es que al final hasta los chinos te parecen abiertos y simpáticos. (Sí, lo sé, aún me estoy recuperando de este shock cultural). Aunque hablar en japonés en un pub mientras una banda de rock (japonés) te agujerea los oídos es complicado, he podido intercambiar alguna que otra información interesante. Luego ha habido una rifa, pero como yo había gastado previamente todo el dinero en las mencionadas orejeras, pues no he podido participar. El premio más cuantioso era una máquina de estas de hervir arroz automática. Más de uno se la quería llevar, pero al final le ha tocado al camarero del pub que, ironías de la vida, también había comprado un boleto por hacer la gracia. Las miradas asesinas que le echaban todos, e incluso el comentario directo de E. you, fucking bastard mientras le entregaba el premio han sido una muestra del afecto que, en ese preciso momento, todos le profesaban a ese chaval pelirrojo...

Por lo demás, la fiesta ha terminado con un karaoke, como debe ser. Yo quería quedarme para ver cantar a ciertas personas. Pero tras algunas canciones los ojos estaban que se me caían rodando de las órbitas y en cuento he visto a mi compañero de resi alemán cuyo nombre nunca recuerdo hacer ademán de marcharse, enseguida me he unido a él y a su amigo de Londres.

El camino de vuelta lo hemos pasado hablando de kurage (jellyfish), recorrer a pie los ochenta y ocho templos del norte de Japón (entrenándonos previamente en Arthur's Seat, que nos pilla cerquita) y de que en su pueblo del sur de Alemania se alquilan vacas al mes por cuatrocientos euros.

Uno de diciembre. Optimismo.





viernes, 30 de noviembre de 2012



A veces creo que entiendo por qué mis compañeros de residencia beben tanto. Todas las noches, sin excepción, a las diez u once de la noche los escucho gritar, reírse como locos mientras corren por el pasillo con botellas de vodka en la mano. A veces simplemente dan patadas a las puertas o tiran algunas mesas. Otras, se aventuran al frío gélido de la noche, esperanzados ante la promesa de algún pub de moda en Edimburgo, o la calidez etílica de un pub. Otras les escucho llorar mientras gritan nombres, no sé si de amantes, amigos o puede que hasta añorados familiares...

En cualquier caso, yo nunca participo en esas fiestas. Huelga decir que no solo es por la edad, situación o motivaciones vitales (que son completamente diferentes). Pero en ocasiones, como anoche, les comprendo perfectamente.

Desde que llegué aquí, aunque la vida es hermosa y divertida, llevo sintiendo una desolación interior que poco a poco va creciendo, como un agujero negro en mi alma. La conocía en España, especialmente en verano, pero pensé que se debía al estatismo. Ahora no hay estatismo, solo movimiento, pero la desolación sigue ahí, creciendo, poco a poco. Tengo miedo. Y entonces entiendo. Si puediera beber, si cada noche pudiera tragarme litros de vodka que me hicieran sentirme al fin en casa, a salvo, sin miedo, completamente subyugada a los afectos del alcohol pero al menos dormida.

Pero no. En lugar de eso intento arreglar mis pensamientos. Intento pensar en que volveré el veintidos y espero que el mundo no se haya terminado para entonces. Intento creer lo que siempre hago: que todo pasa, que ya llegarán tiempos mejores. Que aunque ahora estoy en soledad puede que más tarde pueda disfrutar de la compañía. Que aunque ahora vague perdida puede que más tarde encuentre algún camino. Que aunque ahora sienta esta desazón terrible en el alma, puede que más tarde me sienta completa, a gusto conmigo misma.

Porque estoy sola. Porque, realmente, puedo gritar y nadie va a escucharme. Porque estoy sola.

Y si no me alegro yo, no me alegra nadie.





 que ya llegarán tiempos

jueves, 29 de noviembre de 2012



Y aquí sigo. Esta es nuestra última semana de clases. Los exámenes están al caer, de todas maneras. Aunque no debería preocuparme mucho, porque yo, al menos, solo tengo uno. El caso es que desde que estoy en Edimburgo, todo va muy bien en algunos aspectos, pero dentro, en mi cabeza, todo es un completo lío. Como si con tanta lluvia mis ideas se hubieran empapado, la tinta se hubiera corrido y ya resultara imposible leerlas...

lunes, 26 de noviembre de 2012




-So, what do you do when you feel lonely? You know, now that is winter, and it gets dark so early, and we are so far away from home, and it's kind of sad... Have you discovered any solution?

-Oh, yes.  I find a boyfriend.

And here is the advice of the nicest girl in my Japanese class.

Wise, isn't it?

The best solution against homesick and melancholic in general.

domingo, 25 de noviembre de 2012




Las cosas se vuelven de muchos colores, como estar en un tiovivo con los ojos semicerrados, el viento silbando en las orejas.

Allá donde miro todo cambia. Siempre he pensado que las relaciones humanas son lo más importante en esta vida, y no me cansaré de repetirlo. Aunque mi deseo esté también en crecer y sentirme completa aún estando sola. Una paradoja.

De repente me doy cuenta de que tengo una familia maravillosa. Pero ahora estoy sola. Me doy cuenta de que la gente ama y es amada. Que los hay quienes crecen en sus relaciones. Quienes viven años y años juntos, aprendiéndose, respetándose. Luego otros mueren de amor. ¿Amor? Sí, para otros el amor no es un viaje, ni mundos por descubrir, ni la seguridad de otro corazón latiendo cerca, como cuando estaban en la seguridad del útero materno.

Todos queremos amar, todos queremos ser amados. Necesito amar, necesito sentir que aún hay belleza en este mundo pese al dolor, al frío y a las noches que devoran el día tan rápido, con crueldad. Necesito amar y sentir que todo lo que arde, lo que brilla como cien soles entre mis manos puede ciertamente calentar otros corazones. Verme reflejada en los ojos de otros, saberme la razón de sus sonrisas y buenos pensamientos me llena de alegría, aunque sea una felicidad vana, egoísta; no me importa.

Pero a veces, como he dicho, estoy sola. A veces las palabras, en lugar de unirme, me alejan. En ocasiones solo noto frío, miradas esquivas, silencios que se clavan en la piel, que sofocan el sonido y atragantan cada frase, cada intento de acercamiento.

¿Qué es el amor? ¿Por qué lo buscamos? ¿Existe más allá de nosotros?

Una vez me sentí completa, recuerdo, cuando empezaba a viajar y estaba sola en una isla no tan lejana a la ciudad de las nubes, donde habito ahora. Pero ese sentimiento de auto-suficiencia se ha visto sustituído ahora por la incertidumbre, la tristeza de abandonar para siempre la infancia, la necesidad de buscar sola un hogar, un significado para mi existencia.

¿Qué es el amor? ¿Es eso que nos entregan aquellos de los que venimos? ¿Aquellos que, si las leyes de la naturaleza no son alteradas, partirán antes? El amor se recibe, sí, como un don, pero también tiene que entregarse, y para eso tenemos que ser capaces de generarlo.

Deseo generar amor. No me importa como suena, pero realmente quiero aprender a amar.

Y no tengo miedo.

http://www.youtube.com/watch?v=OpNbTlehSHU

lunes, 19 de noviembre de 2012



Qué clase de dioses botan barcos en las olas del espíritu o infunden luz en los jóvenes corazones. Barcos que no alcazarán destino y se perderán siempre en un desierto de agua interminable, que arderan y se consumirán sin alumbrar a nadie. Qué clase de dioses usan la fuerza que impulsa el tallo a crecer sin permitir que se desplieguen las flores. Qué clase de dioses hacen volar sueños como globos de helio que estallarán al entrar en contacto con la atmósfera sin llegar jamás a rozar las estrellas.

No reduzcáis la voluntad de dar a un mero deseo, por favor, ni hagáis los puentes que nos conectan a otros mundos insalvables.

Y que llegue, tras el invierno, una estación más cálida y fructífera...

domingo, 18 de noviembre de 2012



Escribiría si pudiera sacarme de dentro lo que me ahoga y aprieta mi corazón  en un puño cerrado. Escribiría si las palabras fueran un bálsamo capaz de reparar las heridas abiertas del alma. Escribiría si las letras fueran puentes que tender a otros mundos, otras formas de pensar. Escribiría si cada sílaba pudiera ser los hilos con los que tejer un hilo con el que salir de este laberinto, esta locura en espiral que me aprisiona y se cierne sobre mí con sus paredes interminables.

Escribiría si cada caracter fuera una sanguijuela capaz de drenar la angustia que hierve mi sangre.

Escribiría.

miércoles, 14 de noviembre de 2012



Ya van dos meses. Escribiría en inglés, que es como más me sale ahora, pero como algunos de los que me leen se quejan al respecto, pues vuelvo al español, que en realidad, no me cuesta nada.

Dos meses. Se dice pronto. Las cosas van cambiando. Está claro que ya no son unas vacaiones, porque la excitación de las primeras semanas se ha pasado, como el verano que nunca hubo en Escocia. El tiempo no me molesta tanto como había pensado en un principio. Naturalmente, es un poco triste para mí ver como a las dos de la tarde empieza a anochecer y que a las cuatro ya esté tan oscuro como la boca del lobo, pero mi tristeza no ha vuelto a alcanzar límites suicidas desde aquel día de niebla eterna.

Por otro lado, mi espíritu empieza a buscar mil maneras de asentarse, porque dos meses fuera del hogar es desconcertante e incómodo. Mi habitación en la residencia nunca me ha parecido tan fría, y ahora me doy cuenta de lo importante que es adornar, rellenar los espacios en blanco con esas cosas que para quien no es el propietario pueden parecer tonterías pero que al mismo tiempo están cargadas de significado... No quiero que mi habitación sea como el piso del protagonista de Shame, aunque por ahora nunca saco tiempo para imprimir fotos de mis seres queridos...

Han pasado cosas interesantes en estos dos meses. He viajado por Escocia a uno de los sitios más hermosos que jamás he visto. He ido a mi primer ball (¿alguien ha leído Jane Austen? Pues eso). He descubierto que me encanta la ceilidh (danza escocesa). Mi timidez es casi inexistente, como mi ansiedad. Ya he cogido el ritmo de trabajo en la uni. Es duro, pero gratificante, así que no hay ninguna queja al respecto. Sigo tan enamorada de la ciudad como el primer día... aunque este mes pasado, octubre, haya sido el mes de la nostalgia. Porque me he dado cuenta que toda brújula necesita un norte, y aunque yo tengo el mío bien puesto (gracias a los dioses) a veces una necesita tocar, sentir físicamente a los que quiere. Pero si el destino me mantiene aquí, a un mar de distancia, que así sea.

Sigo aprendiendo mucho. Ya he ido al médico sola. Entiendo el inglés perfectamente. Entiendo a los escoceses hablar inglés, lo que es aún más sorpredente. Ya puedo divagar y ser críptica en una lengua que no es la mía. Mi japonés también está mejorando, aunque más despacio, claro está.

No hay amigos, pero empiezan a descrubrirse ciertos roles. Me doy cuenta de como es cada uno de los que me rodean. Los que parecían amables se revelan como personas con objetivos totalmente opuestos a los míos. Los que eran meras sombras, se acercan tímidamente y me ofrecen su tiempo. Puede que en este mes se hayan plantado las semillas de algo que no sé muy bien qué es, pero en cualquier caso aquí llueve mucho, así que me figuro que no tardarán en germinar y entonces lo podre saber.

Octubre ha sido un mes oscuro lleno de contrastes y dureza, la de quien intenta acostumbrarse a unoz zapatos nuevos. No hay mejor metáfora que pueda describirlo...

Cuando escriba la entrada de los tres meses, en diciembre, la fecha de mi vuelta a España estará próxima, como también la del final de mi cuatrimestre... ¡El tiempo vuela incluso más rápido que los vientos que asolan Edimburgo!

https://www.youtube.com/watch?v=hz5RtnyBEEU

martes, 6 de noviembre de 2012



De una señorita ingenua y recatada no se esperan ciertas cosas; sin embargo, las necesidades humanas  son como las nubes de lluvia en Escocia: invitables. Y la empatía, en algunas ocasiones, me puede...

sábado, 3 de noviembre de 2012



Ask stright would not be appropiate. Nor even speak my mind. And then phylosophers wonder about reach the truth. Ha!

http://www.youtube.com/watch?v=ykW4rtW2eu0














viernes, 2 de noviembre de 2012




What is...? The cold makes everything sleepy. The nights are longer that the days. All the trees show their most intimate secrets. Rain. Snow. Fog. Arthur's Seat is lonely again. And you walk, walk through darken streets. You spend quiet hours reading Old Scottish Literature. You study a language of the Other Side of The World. You try to understand its complicate characters. You try also to understand people's character. You miss someone. You feel like a Jane Austen's heroine. Despite the fact you know, the goal is not marriage. The goal is to be able of ruling your own life.

What is...?







jueves, 25 de octubre de 2012



Sometimes, I desire. Desiring is painful, because does not belong to time. It has not begining, it has no end. It is just a mist than involves you. It makes you blind to the true light of the world. Desire is the curse of the whole humanity. Desire is the illusion of the mind...



La añoranza golpea fuerte a veces, y se te adhiere a la piel, como esta niebla que tuvimos el otro día, que comenzaba por chuparte las mejillas y acababa oxidando la calavera...

Hoy hemos tenido cielo azul al medio día, después de una mañana gris (pero al menos con algo de luz, pensé). Y aún así hay momentos en los que me siento sola, homesick, no sabía realmente lo que significaba esa palabra hasta que llegué aquí y de repente todas mis ideas tuvieron que amoldarse a las estructuras de un lenguaje completamente diferente.

Intento no pensar en ello y hacer muchas cosas, y eso funciona. Cuando una se siente homesick lo mejor es rodearse de gente en el pub y charlar, como he hecho esta noche. Al final siempre te llevas una sorpresa agradable. La gente es tan diferente por dentro a como aparenta ser por fuera... una cruda realidad pero también una bendita verdad, si queréis saber mi opinión.


Soy una chica con zapatos nuevos, y tengo rozaduras en mis tobillos... heridas sangrantes que laten dolorosamente, por mucho que disfrute andando el camino de baldosas amarillas.


miércoles, 24 de octubre de 2012



Today, while I was studing kanji, different ideas flew around my head, (and none of them involved this Chinese symbols, I am afraid).

Today in Edinburgh we have had mist, that is, a complete night, no sun, no light, just darkness and misterious shadows. It could seem depressing, bust if you are Edgar Allan Poe you can be imaging some horror story about the darkest sides of human's soul... (no, a sunny day cant get you in the right mood for scary tales).

For me, it has been pretty mix up. On the one hand, I feel excited about a new idea I have had, maybe writing, because I am a writer (I put one word after the other, as you can see) and I am supposed to do so: writing, writing, writing!

On the other hand the mist has made me feel a bit sad and lonely and I have been tempeted of doing a big one-self tragedie, but no worries, now I realised I prefer writing fiction.

And talking with my loved ones (some of them, about others I have not heard much these days) always give me strenght. I think I have to be strong to make them happy, to share my life with them, to make themselves proud...

Ahh, misty days are like a misterious and humid book hidden in a dark lonely library... You always get surprises in one way or another...

martes, 23 de octubre de 2012




I swear, I always intend going to bed early, as the responsible young woman I am, but every time providence send me a distraction (or directly  catastrophe, as I will show you know).

It happened that I was tidying my room just before jumping into bed when a unexpected guest entered into my room runing as faster as hell. And I would have welcomed she (or he, I do not really now yet) but for the fact she/he was kind of... special. Eight legs. Long legs. A very huge body. An enormous spider. And when I say that I am not exaggerating. (Writers never exaggerates everybody nows that for sure).

I remained stuck in the flor, trembling, as my... unexpected guest hid under the bed.

When the... unexpected vision of her/his brown body disappeared into the shadows, I could at last breathe and move. I did not know what to do. I am a pacifist, so I consider the idea of just convincing her/him to leave, just using speaking, non-offesive methods. I do not like killing, even when we are talking about insects, for example, who are commonly mascred between human beings, who considere them generally disgusting. Insects are not disgusting for me, but are scary, I do not why, probably because some old information written in my genoma long, long time ago, when the people in the wild had to be really careful with this little (and often poisonous) companions...

The thing is, I was really scared but something was clear: I could not sleep knowing that this huge... being was sleeping (or not, that was what really frightened me) under my bed. But I did not have the strenght to face her/him. So in the end I decided to call V., who is a girl and also one of the Resident Assistant in the place where I live. She was really nice, understanding and quick. She flew to my room in a couple of minutes. However, in that small amount of time my... unexpected guest run another little marathon around the room, which make me feel ill while I consider the idea of climbing over the table... Just for avoiding a possible attack of this being that seemed more scared than me, yes, but you never know, specially when one is under pressure...

But I would tell in my defense, for those who think that I am just a coward, that V. told me it was the biggest spider she has never seen in Edinburgh. And I thought it was a pity. There are a lot of people doing Biology in this residence. Having gone to visit one of them, my unexpected guest would have been much more well treated... but me, a poor artist, a sensible creature of letters and lover of the invisible things... the fear made me blind to all the possible enchants of this poor spider (I am sure she/he should have them).

In the end, the unexpected guest tried to run his/her third marathon but she/he found herself/himself under a shoe in the most violently way. Inmediatly she/he suffered another hit and become, literally, part of the fitted carpet's design.

It is a cruel destiny, I know. And for those who believe in karma or reincarnation... well, I think I would better not think about that.

As my mother told me:

-The spider should have been more scared as you... Just imagine you were the spider!

No, I would not like to.

Who knows. Maybe she/he was so big because she/he was a mutant spider. Considering that true, a biting of this spider would made me have extraordinary powers, as, for example, Spiderman...





Oh, Gods.

domingo, 21 de octubre de 2012



All in this mottie, misty clime,
I backward mus'd on wasted time,
How I had spent my youthfu' prime,
An' done nae-thing,
But stringing blethers uo in rhyme
For fools to sign.

I cannot be more agreed with my dear Mr. Burns. Specially, because I have spent an hour trying to understand this scottish jumble for an hour without succes (just a few words, ocasionally sentences, and by the time I could understand the whole thing I was so tired and frustrated that I did not fancy poetry or methaporicals meanings and stuff like that).

So, I have decided that maybe after a year being in Scotland I may begin to feel the songs of her most loved and rebelleous son, but today I just leave the books in their place (the shelves) and I will go outside.

Today we have sun!

That is most beautiful than all the scottish poems. No words can describe the happiness I feel. No rhymes. No Burns.

sábado, 20 de octubre de 2012



I dreamt that am evil spirit, a creature beyond darkness and sorrow, came into my home. It was hidden in a friendly face.  Playing the tricks of confidence, it got access to my house. And when I realized, it was inside. I was inside. My family too. And I cannot make it leave.

I tried everything. The fear soffocated my heart. Fear from something that has no name. The fear of the hunter that becomes the prey . Fear born from the instincts of Nature.

Suddenly, the creature tried to hurt her, the other one who has been in the same obscure place that I was once. I remember myself jumping directly in the little table at the dining room, shouting, don't touch her, don't you dare. It was not me, so it was not fear. And I claimed then the sacred words, the secret misteries which are only used in such occassions. And I made it go away. I am not sure how or by what means, what I did it.

There just one thing more strong thant fear...

and I am not going to tell you what it is, but believe me, everyone knows it. Or, at least, everyone knew it once...

viernes, 19 de octubre de 2012



Today, the Muse has appeared in front of me. So suddenly that my head has begun rolling. The beatings of my hear were like and earthquake.

If she was beauty or no I cannot tell. She held a enormous umbrella (this is the problem with the Scottish weather) I can hardly distinct the feautures of her face. Anyway, I am not Burns. That is why I do not think about sleeping with her. Instead, I will ask her to stay with me. Even if the weather is no so wonderful as in the meadows of the Olimpus... I really want her with me for a long, long time.


miércoles, 17 de octubre de 2012



-CHAPTER 1- (i)


The first time I fell in love I was fourteen. It happened suddenly and without any aparent reason. One day this person was just a classmate, and the next day became the most important event in my day. In fact, I remember the very exact moment. It was break-time and I was walking around the school with other classmates, girls, I guess. I think so because it has been always easier for me to have relationships with girls. Boys seem to me so... Well, it is the sexual impulse, I suppose, so strong, that I have never known how to manage it. But as I was saying, I just was walking around when I saw him, wearing that red jumper. I just tought the red color, so bright, so intense, looked very nice on him. And the next second, there it was. The shoot, my wound. No explanations, just pain and surprise.

It took me a long time to discover I was in love. At first, the pain was so strange, so impredictable for a young one who knows nothing of the real world, that I did not know even where was the wound. Then, I felt a mix o feelings. I was glad because I was in love (love! that wonderful feeling the literature is always prasing!). On the other hand it was complicated. It was complicated because I wanted something that I did not how to ask for.

This boy, the first boy I wanted, looked like a girl. And he also seemed kind of sensitive (just seemed, but I would know that later). I like this kind of persons. People who is different from the others. People who seem to have a kind of interesting world inside of them. I am a traveller, I cannot avoid it.






lunes, 15 de octubre de 2012




-PROLOGUE-

I have never considered myself as a person who falls in love very easily. In fact, I do not know what is love, properly speaking. Maybe it is true that I have fallen in love. But for me there were neither flowers nor butterflies. Not a never-ending Spring. To love for me is like a wound, 'a shoot', in the words of one of my favourites Japanese writers. Everything is right, calm, just the life and its usual obstacles and suddenly... You find yourself bleeding, and you know there is no use to ask 'why' (as if there were anyone able to answer, anyway). The more time you employ in thinking this question the most your wound is bleeding. It drenchs your body and soul with blood and the sadest true: uncertainty.


I want to talk about love. What is love? For me, to love someone is to desire physicall contact. I cannot avoid it. Communication between souls is beautiful, but I call that friendship. However, when I am in love there is nothing that I desire more than the touch of other skin. My body is young and my mind has just began to discover the world. My fingers want to play with something else than the keys of my old piano. My body desires intensenly what society considers inapropiate to show: private contact.

I know desire fades, as time rubs out our memories. Slowly. Inevitably.

Life also has an end. And is not that what makes it worthy to try?

lunes, 8 de octubre de 2012



One month ago, I had just arrived to Scotland. I remember the first day, when I visited Edinburgh. It was completely dark (it was more than 9pm, in fact) and the shapes of the ancient buildings appear pretty scary to me. In addition, most of the people in the street (young adults) went one way to another screaming and completely drunk. However, the enchant, the mistery and the magic of this city full of secrets haunted me even then.

That nigh I did not sleep too much, because I was very frighten. I could not stop thinking that I had to spend a whole year on my own, and I just wanted to fly in my mother's arms... Paradoxically, I have always loved travell and so on, but suddenly, the perspective of growing alone scared me. All human beings are afraid of change, I have to say, and I cannot be different in that way. Nevertheless, I am here and not in my mother's lap, what means that even if I fear the change I still want it. Fear sprouts in my stomach, but the desire to change sprouts from my own spirit, this deep part of myself which are above everything, maybe even the ordinary life...

Anyway, I want to do a balance of this first month. I am still getting used to life in this country, the different people, different food and different university. And I can state that, first of all, Edinburgh is one of the most beautiful cities I have ever seen. (So, what are you waiting for? Come and visit me!) Secondly, my home-university has nothing to do with the University of Edinburgh... Having this last one almost 500 years of experience in its field. In addition, I am convinced that UoE is so good because it has always opened to foreign students in a way that no university in UK has been, so it has been improved by hundreds of different people from all over the world who have ended considering Edinburgh as their own city. Not mentioning that UoE has never depended on the church or the Royal Family, which has always contributed to its free-thinking and liberty in academic researches. But enough of praises to the UoE, because I have still to see how is going to be my end of semester here...

Thirdly, I am doing here things that I have never though about doing, as, for example, tai-chi. Others include meeting new people all the time without feeling shy, speaking Japanese with real Japanese people, having dinner at 5pm every day, doing the laundry myself (yes, I feel like a new person after that one), reading more than a classic novel per week (most of them writting in the Scottish-way) or feedin squirrels.

So yes, in the end I can say I am having a lot of fun. And that is particullarly true because I have never done so much interesting stuff almost every day as I am doing here. So I am happy, doing my best to get rid of my fears (which, by the way, seem to me much less important than a couple of months before) and trying to grow up and mature in all the possible forms.

May the kind faires of steep Arthur's Seat look after me... and give me the strength of climbing the top of the mountain.

sábado, 6 de octubre de 2012



Come to the city of mistery, the colorful metropoli placed on The Dessert of the Hills, guarded by the three titans in which glorious monuments were erected by the Ancients...

The colorful streets of Old Town, its laberynthic-like closes where the souls of the ones who passed away still flicker in the shadows, and magnificent Renassaince palaces try to dark (without succes) the proud appearance of Edinburgh Castle...

And New Town, the British white houses whit just a brushstroke of colour in their doors, its spacious squares, serious parks and former banks now turned into exlusive coffes where one can take an Afternoon Teat sitted near to some members of the Royal Family...



Come, and see the mistery of the enormous bridge without its river, the Other Ciry hidden underground, the dark monument to the cursed writer and maybe even the vague shadows of the shíd, those strange and dangerous creatures who are said to celebrate their rituals in the sullen meadows of Arthur's seat...