lunes, 19 de noviembre de 2012



Qué clase de dioses botan barcos en las olas del espíritu o infunden luz en los jóvenes corazones. Barcos que no alcazarán destino y se perderán siempre en un desierto de agua interminable, que arderan y se consumirán sin alumbrar a nadie. Qué clase de dioses usan la fuerza que impulsa el tallo a crecer sin permitir que se desplieguen las flores. Qué clase de dioses hacen volar sueños como globos de helio que estallarán al entrar en contacto con la atmósfera sin llegar jamás a rozar las estrellas.

No reduzcáis la voluntad de dar a un mero deseo, por favor, ni hagáis los puentes que nos conectan a otros mundos insalvables.

Y que llegue, tras el invierno, una estación más cálida y fructífera...

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