jueves, 13 de diciembre de 2012




Iba a actualizar un día de estos, pero decidí esperar hasta hoy para poder decir que...

¡¡Tengo un mes de vacaciones!!

Efectívamente. University of Edinburgh es tan cool que pese a haber tenido que exprimir toda mi sangre para utilizarla de tinta en mil diabólicos trabajos, comprarme un par de ojos nuevos en el mercado negro (que ya no gafas) por tener que leer una (o dos) novelas semanales, pagarme un logopeda porque mezclo inglés, japonés y español en la misma frase y ya nadie me entiende y finalmente casi tirarme por North Bridge (nota, debajo de este puente no hay un río pero sí pasan trenes, lo que a efectos prácticos viene a ser hasta más cómodo) pues va y me regala un mes de vacaciones, ale, para que no me queje.

Y no me quejo. El examen de hoy ha sido... interesante. Pero con un poco de suerte no volveré a hacer una asignatura de lingüística en mi vida (qué le voy a hacer, soy del tipo masoquista que prefiere tragarse enteras dos novelas de literatura escocesa a la semana, como si fueran pastillas de iboprofeno) y todo esto quedará en una graciosa anécdota. (Tras clases extrañas de esas en las que no entiendes nada, profesores psicópatas que solo hablan de matar perros y traumatizar niños o horas y horas de mi vida estudiando algo que en realidad me la sopla, dicho pronto y claro).

Pero bueno, estoy de vacaciones. Ya todo está bien. Aunque el destino me juege malas pasadas y este 2012 haya sido el peor y el mejor año de mi vida. El peor porque madre mía, ha sido una carrera de obstáculos que he tenido que correr mientras el suelo se agrietaba a mis pies y todo se hundía en las profundidades del volcán. Primero con la ansiedad, que vaya palabrita, se dice rápido pero no se la deseo ni a los profesores que han pensado las tan acertadas (nótese la ironía asesina) preguntas del examen de hoy. Después de eso un veranito de depresión (depresión por aburrimiento, pero una depresión fina), más ansiedad, viaje a Edimburgo, mi primera experiencia viviendo sola...

En el viaje a Edimburgo he pasado las mil y una. Y mira que me consolaba que cierta persona iba a venir a visitarme. Por que aquí, alejada de todo y con este clima infernal... digo invernal, pues una visita puede ahorrarte mucho en calefacción y whisky. Pero resulta que esa persona, el día antes de comprar el billete va y se rompe el brazo.

Así que me dije (tras el batacazo) por lo menos aún me quedarán las alegres navidades en España. Ja. Este noviembre ciertos sucesos me han hecho ver (entre otras cosas) que probablemente las navidades van a ser bastante diferentes, y también a eso tendré que aprender.

Que no es que me queje (¿yo quejándome?) pero vamos. Tanto lío fuera como por dentro. Y encima hoy es 12/12/12. Pues eso. un, dos, un, dos, un, dos... ¡¡a ese ritmo marcial me está haciendo avanzar el destino!!

Y yo que me quejaba antes de que mi vida era aburrida.......


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un mes de vacaciones sientan bien a todo el mundo. Así que aprovéchalo y que ese mes no caiga en el olvido.
Besos de tu seguidor gilipollas que no te comenta desde hace 2 meses :3

Anónimo dijo...

http://worldsincollision7.tumblr.com/

Aquí esta lo que te dije que te pasaría ;)