jueves, 25 de octubre de 2012




La añoranza golpea fuerte a veces, y se te adhiere a la piel, como esta niebla que tuvimos el otro día, que comenzaba por chuparte las mejillas y acababa oxidando la calavera...

Hoy hemos tenido cielo azul al medio día, después de una mañana gris (pero al menos con algo de luz, pensé). Y aún así hay momentos en los que me siento sola, homesick, no sabía realmente lo que significaba esa palabra hasta que llegué aquí y de repente todas mis ideas tuvieron que amoldarse a las estructuras de un lenguaje completamente diferente.

Intento no pensar en ello y hacer muchas cosas, y eso funciona. Cuando una se siente homesick lo mejor es rodearse de gente en el pub y charlar, como he hecho esta noche. Al final siempre te llevas una sorpresa agradable. La gente es tan diferente por dentro a como aparenta ser por fuera... una cruda realidad pero también una bendita verdad, si queréis saber mi opinión.


Soy una chica con zapatos nuevos, y tengo rozaduras en mis tobillos... heridas sangrantes que laten dolorosamente, por mucho que disfrute andando el camino de baldosas amarillas.


1 comentario:

Caminos del Espejo dijo...

Guapa, mi cariño para ti.

Caminos del Espejo