No sé por qué la gente le da tanta importancia al dinero. Honestamente. No voy a ser amada pagando con dinero. Y, lo que es más importante aún, tampoco lo necesito para amar.
Ni todos los billetes violetas del mundo van a hacer desaparecer mi Miedo.
Sí, claro, podéis decirme que el dinero son las ruedas que nos permiten alcanzar velocidades vertiginosas.
Pero yo sigo teniendo mis piernas.
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