domingo, 28 de abril de 2013

Donde las montañas lloran. Si puedo estar sola en esta inmensidad, entonces ya no tengo miedo. Y si no tengo miedo, puedo amar a los árboles que, aun estando sin hojas, son el preludio de lo que mañana será la Primavera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

That´s good ;)