domingo, 26 de junio de 2011




Y nuestra historia comienza de nuevo una fria manana en la que me aventure por parajes desconocidos, valles y lagos insondables, con la unica compania de otras dos mujeres. Porque viajar sola es tan agradable... pero encontrar una buena o buen companero de viaje es aun mejor, un regalo, pues dos pares de ojos ven mas cosas y contrastan una gama de colores si cabe mas amplia...



Hay una mansion perdida entre altas montanas, siempre cubierta de humedas brumas pero a la que aun asi llega la brisa marina y la sombra de las gaviotas sobrevolando sus torreones. Cuenta la leyenda que este lugar donde se alza ahora el majestuoso edificio fue virgen durante milenios, un Eden escondido de ojos profanos hasta que una joven pareja de recien casados ingleses quisieron sucumbir a la salvaje belleza de Irlanda (pues Londres sera la mas brillante de las capitales, pero no tiene ni de lejos esta pasion) y se perdieron en estos caminos. Acabaron alli, tan cerca del mar como del bosque, cogidos de la mano y con las promesas de una nueva vida aun en los labios observaron en silencio los arboles y las montanas plagadas de manantiales como lagrimas. Nunca habian visto un lugar tan poderoso y, por el amor que se tenian, juraron vivir para siempre en esas laderas cubiertas de flores violetas, ante esos lagos cristalinos y las poderosas elevaciones.



El era cirujano, pero olvido pronto los bisturies y la sangre y se decidio a operar otra clase de cambio entre las montanas. La construccion de una mansion que demostrara el amor que sentia hacia su esposa, hecho piedra y torres, una delicada pieza que pudiera fundirse entre troncos y hojas como un elemento mas. Ella, de ojos oscuros y cabellos ondulados que muy poco recordaban a la sangre inglesa que supuestamente corria por sus venas, se dedico a alimentar el sueno de su esposo con dulces palabras, mientras en su vientre se gestaba tambien una nueva vida...



Cien hombres y todos los dias un arduo trabajo durante cuatro largos anos, contra la lluvia, los vientos y la nieve, pero nuestro cirujano tenia unos padres muy ricos que actuaron como mecenas, y en el plazo prometido, la mansion estaba terminada. Con alegre alborozo entran en ella los jovenes esposos, un nino de la mano y otro en los brazos.



La vida alli no siempre es facil. Los enormes jardines victorianos y los lagos cortan la respiracion pero, ah, vivir entre bosques es muy peligroso, y la naturaleza devoro a dos de los nueve hijos: uno, perdido por siempre en la foresta, fue devorado por las bestias; los lugarenos no permitieron que la familia viera los restos. La otra, una nina ya rozando la agridulce adolescencia, se ahogo en el lago. Pero el mayor de los sacrificios estaba por llegar.  La madre viajo al Cairo, unas vacaciones calidas que podrian hacerle olvidar por unos instantes la maldita humedad de la isla, sola con unos amigos y, sin embargo, el destino quiso asesinarla en el unico lugar donde se creia a salvo: fiebres tifodeas los envenenan mientras cruzan el Nilo. Ninguno sobrevive lo suficiente para alcanzar la patria.



Imaginad ahora al padre de familia, constructor de aquel palacio en las montanas, abandonado con su extensa prole y sin la dulzura de una amante esposa que hace las veces del sol siempre ausente. En su terrible dolor decide enterrar el cuerpo ya descompuesto tras el largo viaje desde Africa en una hermosa iglesia que ha mandado construir en su memoria.




 Una joya, una obra de arte que simboliza lo eterno, pues ella vivira en cada piedra y sonreira a traves del marmol de tres colores, y la luz de sus ojos sera la que se cuele por las vidrieras al atardecer y haga brillar el interior de la estructura. Nunca volvio a casarse y, poco antes de su muerte, vendio aquel enorme y en deshabitado castillo, que solo habia tenido sentido mientras amo y vivio acompanado.





Muchos ricos ingleses lo compraron en diferentes epocas, pero ninguno de ellos se quedaba demasiado tiempo. Habia algo en el aire, en la terrible soledad de las montanas y su viento inclemente que los enloquecia. O quiza el murmullo de los fantasmas para siempre encadenados bajo la humedad del lago y las nubes enganchadas en las cumbres...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué lugar más bello, pero que historia más trágica.
Me encanta el toque de cuaderno de viaje que ha tomado este blog. Es emocionante, aunque seguro que no tanto como tu viaje en sí. :)
Iris

Lucy Diamond dijo...

Madre mía, que fotos tan hermosas :)
Seh, mola; mola todo.
Saludos y pásalo bien!

Worlds In Collision dijo...

Las fotos son espectaculares, la niebla me recuerda mucho a cuando estuve en Bruselas jejeje Por cierto, me llegó tu postal =) =) Espero que disfrutes el tiempo que te queda, que creo que es poquillo jeje y que vuelvas bien! Nos vemos por los madriles! Lena

Mavya dijo...

Que lugar más hermoso ^___^



(I'm Waiting~♥♥)