domingo, 15 de abril de 2012




I was a-trembling because I’d got to decide, forever, betwixt two things, and I knowed it. (...) and then says to myself ‘All right then, I’ll go to hell.’ 

Creo que hay que ser muy valiente para ir al Infierno por aquello en lo que creemos y amamos, o, lo que es lo mismo, dejar de seguir el camino trazado de la moralidad, ética y las leyes y reinventarlo todo, caminando por selvas espesas y no siempre de fácil acceso, siguiendo las voces que gritan en nuestro interior pero que nadie más puede escuchar.

En ese sentido admiro mucho más al niño vagabundo, despreciado, incomprendido y maltratado, que aún así sabe amar, que a su imaginativo y en ocasiones cruel amigo, que aún no parece haber entendido algo muy importante: cuando te disparas, sangras.

Pero yo también quiero irme a tierras salvajes y huír de la bienintencionada custodia de los que no saben contar más que las historias que ya están escritas en un único libro... ¡puede que cuándo menos os lo esperéis lo haga!

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