lunes, 28 de febrero de 2011






Cierto día de octubre, (sí, creo que fue entonces) andaba yo curioseando por el blog de una compañera de viaje cibernético, nuestra querida y dulce Mew, cuando leí su entrada sobre una serie, hasta entonces completamente desconocida para mí, llamada Queer as Folk.

Me gustaría hacer una pequeña aclaración, y es que yo no soy una persona de series. Me cuesta mucho encontrar una que realmente me enganche, y si hago un recuento sólo me he visto dos enteras en toda mi vida (sin contar las series de anime, claro, eso ya sería harina de otro costal, aunque es un número bastante modesto, la verdad). Qué le vamos a hacer. Yo adoro el cine, (al que acudo semanalmente, algunos van a la iglesia los domingos, y yo el jueves jamás olvido mi visita al templo del séptimo arte). Pero las series... suelen ser interesantes al principio. Pero de repente las buenas ideas se agotan, pero las ansias monetarias de los dirigentes no, con lo cual estiran y estiran la historia como si de un chicle se tratara, haciendo que la grandeza del principio quede reducida a una caricatura.

También podéis decir que no he tenido suerte con las series o que las hay buenísimas a montones, que no me voy a enfadar.

Pero volvamos a Queer as folk. El argumento parecía ligeramente típico. Las fotos que colgó Mew... bueno. (Por cierto, la de Brian no estaba tomada desde el ángulo adecuado, tenías que a ver puesto otra... ¡¡y yo habría entendido muchas cosas!!)
Pero me venció la curiosidad (¿he mencionado alguna vez que soy curiosa?) y sobre todo la frase tan alentadora de Mew: "La repercusión de este personaje es tan fuerte y llega tan lejos que una servidora piensa que Brian es el único hombre sobre la faz de la tierra capaz de hacer desear a una mujer ser un hombre, ser gay, y ser el afortunado amante de Brian Kinney por una noche".

Intrigante reflexión, ¿no es cierto?

Total, que me puse a ello. Tras errores de principiante en esto de las series (como descargarme el primer capítulo de la segunda temporada pensando que era el primero y darme cuenta del fallo casi al final...) y ciertas reservas (al principio no podía ni tragar a Emett, al final de la serie lo admiraba) empecé a cogerle el tranquillo a esta particular serie.

¿Que por qué deberíais verla? Bueno, pues porque tiene dos cosas que son de lo más importante en la vida: buen sexo y la astucia de saber cuando las cosas han llegado al final.

Y si tenéis inquietudes de saber como es el mundo homosexual masculino (porque sí, salen dos lesbianas, pero no es más que un giño) tampoco deberíais perdérosla.


 Aquí el post donde Mew habla de ella con mucho más acierto y sin destriparla:

http://sombradehielo.blogspot.com/2010_10_01_archive.html





Recomendaciones a parte, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre ella. Es verdad que el personaje de Brian es genial y a mí tampoco me ha dejado indiferente. Me gustaría renovar las palabras de Mew y decir que yo no querría ser un hombre para que Brian me XXX una noche, sino que yo querría ser Brian.

No obstante, tengo que reconocer que esta es una serie esencialmente masculina, y le hace a una pensar que: vale, adoro este mundo, adoro las ideas que me transmite esta serie, pero, ¿dónde me deja a mí eso? Quiero decir, Brian es uno de los personajes más complejos e interesantes que he visto, y si me pongo a pensar, no encuentro uno femenino que me inspire de igual modo (ni en esta ni en ninguna otra serie). Sí, esta el personaje de Debbie, que me encanta, pero... es diferente.

A lo que voy, que esta serie es genial en cuanto al mundo homosexual masculino (y no le pediría más, por supuesto), pero pienso que hace falta otra serie de este estilo que aborde el mundo femenino. No digo ya el mundo lésbico, sino el mundo femenino a secas, sí, el verdadero mundo, fuera de todas esas etiquetas y estigmas que nos han acompañado durante milenios.

A ver ahora quién es la valiente y se atreve a sacar algo así adelante, de igual modo que los productores de esta increíble serie hicieron en su día.

¡Go for it! 
 

6 comentarios:

Mew dijo...

Antes de nada, reverencia. Reverencia hasta que mi sombrero imaginario caiga al suelo de lo mucho que me he curvado. Ahora mismo soy presa de una emoción-excitación-hiperactividad preciosa gracias a tus palabras. Y es que después de tanto tiempo teniéndonos a pan y agua con un par de frases, un parrafillo, dos... ¡da un gustito volver a devorar una familia de palabras tan contundente...!

Por partes, como siempre:

En primer lugar, creo que deberías saber que en asuntos relacionados con Brian Kinney... yo no soy objetiva. ¡Ese hombre cambió mi vida y le adoro! ¡Le amo! ¡Le idolatro! Si se pasa por aquí Niwa, ella misma puede dar fe de ello. Seguro que recuerda esas noches de verano en las que no salíamos de mi salón ni a palos.

En segundo lugar... me encanta tu curiosidad. En un primer momento, cuando me mencionaste el CACHO SPOILER que te habías hecho mirando el primer capítulo de la segunda temporada, confieso que llegué a pensar que terminarías por abandonarla debido a tan desafortunado contratiempo. Pocas veces me he sentido contenta de estar equivocada, pero estas es, sin duda, una de ellas.

(Continúo en otro comentario, que el máximo son 4.096 caracteres y me paso por trescientos y pico)

Mew dijo...

Y en tercer y último lugar... bueno, retomemos el intercambio de ideas acerca de tan espinoso tema. Estoy de acuerdo contigo, QaF es fantástica, maravillosa, terriblemente inspiradora y un largo etcétera de halagos que de momento terminaré aquí... pero habla de un mundo de hombres, de un mundo de hombres homosexuales. Sin embargo, te revelaré algo que creo que es importante tener en cuenta. Desde mi propia experiencia personal jamás he tenido problemas para identificarme con personajes masculinos. De hecho, nunca hasta prácticamente este momento había caído, conscientemente, en la cuenta de ello, pero cada vez que juego un videojuego YO soy Roxas, Sora, Link, Sonic, Zack, Tidus, Terra, Ventus. Cada vez que leo un libro o un manga YO soy Kirtash, Kanda, Jondalar, Alec, Kenshin. Lo mismo ocurre con películas, series, obras de teatro, animaciones... y el caso es que, de hecho, yo soy una chica.

¿A dónde quiero llegar? Pues con todo esto busco resaltar que el sexo predominante en una historia, por mucho que sea el contrario al tuyo, no tiene que suponer un obstáculo a la hora de empatizar con los personajes, a la hora de aspirar a ser como ellos, a la hora de amarlos y guardarlos cerca del corazón. Yo no necesito que hagan mujeres fuertes y valientes para sentirme fuerte y valiente. No necesito maestras, sólo necesito personas. Personas o personajes, porque bebo de su alma sin importar el sexo que sean. Y una de las consecuencias más directas de esta forma de pensar (podrás verlo siempre que quieras) es que todavía no me he cosplayeado de ninguna mujer. Y es que, si ninguna de ellas es mi heroína y yo quiero sentirme dentro de la magia por un día... ¿por qué demonios no voy a poder disfrazarme de quien yo quiera, aunque no sea de mi sexo?

Y esto me lleva de vuelta al tema principal. ¿Quién, dices tú, se atreverá a llevar tan descabellada empresa? Pues te daré una respuesta sincera. Mientras siga habiendo mujeres que piensen que se les va a pasar el arroz y se van a quedar para vestir santos porque no encuentran un hombre con el que emparejarse, mientras siga habiendo mujeres que piensen que el término "feminista" es lo mismo que "machista" pero al revés, mientras siga habiendo mujeres a las que se tilde de guarras por disfrutar del sexo, o que se las tilde de la otra acepción de guarras por no ir perfectamente depiladas en todas y cada una de las partes de su cuerpo, mientras siga habiendo mujeres que perpetúen el ideal de "trozo de carne" femenino, mujeres que, pese a saber lo bien que han hecho algo, digan "seguro que no funciona, jeje", mujeres que sean madres y se piensen modernas pero les sigan previniendo a sus hijas de no hacer mayonesa con la regla, de no bañarse con la regla y encasquetando todas y cada una de las tareas de la casa en ellas y no a sus hermanos varones... Mientras esto ocurra, mientras las mujeres sigan tragando, ¿crees de verdad que yo, o cualquiera de los aquí presentes, encontraría en alguna de ellas motivación o aspiración alguna para emprender la empresa de la que hablas?

Pues lo siento Shikaru, lo siento por ti, por mí y por todas las mujeres que estamos empezando a despertar como personas... pero si de mí dependiese la respuesta sería NO.

Charlie D. dijo...

Mmm...

Por supuesto que yo también me identifico sin ningún problema con personajes masculinos, vamos, faltaría más. (De hecho la mayoría de mis personajes favoritos son hombres, y sí, si tuviera que cosplayearme de ellos pues lo haría sin ningún problema...)

Pero no es ahí a donde quería yo llegar, sino de otra cosa. QaF ha sido una revolución para el mundo homosexual, y se hizo durante unos años en los que se luchaba en EEUU por cosas tan esenciales como el matrimonio gay, la adopción de niños por parejas del mismo sexo... ect. La serie en sí fue una empresa muy arriesgada de la que al principio nadie quería formar parte; de hecho, fue muy difícil encontrar un actor que interpretara a Brian, nadie quería mojarse haciendo de un gay así. (Estos americanos... pero ya se sabe, quién esté libre de culpas que tire la primera piedra).

Pero fueron valientes. Sacaron el proyecto adelante en unos momentos en los que a lo mejor nadie hubiera dado un céntimo por ellos. Y lo consiguieron, ¿no? Porque gracias a ellos, personas como tú y como, en realidad, cualquiera, puede acercarse al mundo gay real, sin tapujos ni inhibiciones ni familias perfectas.

Por supuesto que hubo muchos homosexuales que la criticaron porque exaltar el sexo, las discotecas, la aparición de drogas y un largo etcétera (muchos de ellos habrían preferido una serie gay pero con la típica parejita feliz) pero QaF fue más allá.

Y creo que en eso estamos de acuerdo.

Ahora bien, con las mujeres pasa lo mismo. Somos, en sentido figurado, una minoría, pues este mundo es masculino (lo queramos o no) al igual que para Brian, el mundo es hetero (cosa de la que él se burla en todo momento pero también es consciente). Una serie/libro/película (lo que sea) innovadora, que hiciera ver a la gente lo que realmente somos (que no es el sexo débil, desde luego) sería una empresa muy interesante. No vamos a salvar el mundo por eso (QaF tampoco lo hizo) pero si tocarles las narices a unos cuantos, y servir de apoyo a otros.

Sólo por eso merece la pena.

P.D. Creo que ya entiendo tu pequeño chiste privado...

Y además, promete ser divertido.

Por eso no entiendo tu "no" en mayúsculas. Piensa si ese "no" lo hubiera dado el productor/guionista/director de QaF por considerar que "mientras haya heteros y gays que estén en contra de esta serie el mundo no está preparado para... etc."

Pues no habríamos quedado sin Brian Kinney. Y ahora párate a pensar esta frase con tranquilidad.

Joder, qué putada, ¿no?

Charlie D. dijo...

P.D. Creo que ya entiendo tu pequeño chiste privado...

Mew dijo...

¿De verdad has llegado a pensar que mi negativa se debía a algo tan absurdo y carente de importancia como lo que opine el resto de la población mundial acerca de lo que hago o dejo de hacer? Espero que tus palabras estuvieran friamente calculadas, con ánimo de pincharme e incitarme a darte otra respuesta.

El único motivo que tengo para no dar luz verde a semejante proyecto es que no le encuentro la inspiración por ningún lado. La creatividad, por mucho que mire fijamente el papel y el boli, la pantalla del ordenador o una polvera, no viene así sin más. Mi percepción de las mujeres (está bien, no generalizaré, de algunas mujeres) no me despierta ese cosquilleo de inspiración que sube por todo el cuerpo y que te hace sentir calor en las manos, un calor que no se apaga hasta que vuelcas lo que te ha nacido dentro. No me despierta ningún sentimiento creativo, ni ganas de hablar de ellas, ni de inventar historias, ni de contar sus penas y sufrimientos... ni siquiera se me viene a la mente nada que pudiera merecer la pena programar relacionado con ellas (y esto ya es decir, yo veo programas hasta en el gotelé de la pared). Para llevar a cabo algo que revolucione a las personas y que les ofrezca una nueva pincelada de color sobre un tema determinado hay que tener muy buena materia prima. ¿A cuántas mujeres conoces que sean más seres humanos que el ideal a día de hoy de mujer? ¿Te salvarías siquiera tú?

De todas formas... si me muestro tan escéptica y desmotivada es porque estoy acostumbrada a relacionarme con un mundo real plagado de mujeres y hombres estereotipados. ¿Tú sabes lo aburrido que puede llegar a ser eso? Horrible. Si algo, lo que fuese, tuviera garantías reales (por mínimas que fueran) de convertirse en la tijera que rompiera los patrones y moldes de esta maldita fábrica de clones... pocos incentivos más harían falta para que me tirara de cabeza sin dudarlo.


PD: ¿De verdad? ¿Es acaso decepción, pues, lo que emana de esos puntos suspensivos?

Charlie D. dijo...

Suponía que no era al qué dirán, vamos, yo jamás dudé de ti en ese sentido...

Pero tu conclusión, aunque la comprendo (créeme que sí, pues hay días en los que yo, como tú dices, no encuentro nada interesante en lo femenino tal y como se vendo) es terrible.
Quiero decir, ambas somos mujeres, nos guste o no, esto es lo que hay. Como el que nace negro en vez de blanco. Cambiarse el color de piel me parece ridículo. Todos conocemos el ejemplo de cierto cantante. Y desde luego que después de tanto retoque jamás consiguió "ser más blanco". Porque la esencia es la esencia.

No te inspiran las mujeres. Vale, a mi tampoco, y muchas veces he dicho que me parecen bonitas y agradables, pero que no me gustaría incluirme dentro de su grupo (esto es, implicarme con ellas). Es más, a habido veces en las que he deseado ser hombre por un centenar de razones que no mencionaré aquí por falta de espacio.

Sin embargo, creo que los tiros van por otro lado, y mi estúpido anhelo estaba infundado. Me considero diferente a los hombres en tanto que soy formalmente diferente a ellos, (y estas diferencias son bastante obvias) pero tampoco podría incluirme en el grupo de las "mujeres" (tal y como se entiende esta palabra hoy en día). ¿Por qué? Pues porque aceptar ser parte de él supondría aceptar cosas que me parecen desde estúpidas hasta denigrantes. Sin embargo, ¿me hace eso menos mujer que las otras? ¿Quién sabe? Puede que en mi cabeza pensara que no soy la única, que quizá otras (y otros) compartan pensamientos similares y entonces se pudiera dar, por medio de una obra de arte, de una creación (pues creando historias es como mejor me expreso) un nuevo significado a la palabra "mujer", una nueva perspectiva, tal y como hizo nuestra querida QaF con el mundo gay.

Lo aburrido, para mí, es quedarme quieta. Aunque siempre he sido así. Yo es que no dejo de imaginar.

Y sí, conozco mujeres que se salen de ese ideal del que hablas (pocas, poquísimas, pero las conozco). Y no miento cuando digo que yo tampoco estoy dentro de él (no podría aunque quisiera, sería como amputarme algo, las razones escapan a toda lógica).

¿Necesitas garantías? Lo entiendo. Pues entonces habrá que ir imaginando como será esa tijera que rompa patrones...

P.D. Jajaja, los puntos suspensivos no son de decepción... ¿por qué iba a decepcionarme algo así? Son de expectación, porque de repente algo se me iluminó y, por primera vez, creí captar de verdad lo que querías decir (porque por mucho que te empeñes no leo la mente, soy si a acaso observadora por naturaleza, pero de eso no paso xD).