jueves, 16 de diciembre de 2010
El tiempo pasa.
Hoy he conocido a la hermana, y la verdad, he decidido que, bajo esa capa de maquillaje, pearcings y ropa de yo-sí-qué-voy-en-contra-de-todo, es decididamente guapa. Mucho más guapa que ella. Ser un barco sin rumbo le sienta pero que muy bien.
No puedo evitarlo. Sé que tal vez me sobrepase, pero es que son tan interesantes... me encantaría que me contaran toda su vida, todas las cosas, pequeños recuerdos, sensaciones... todo. Y yo haría un historia. Extraña, normalmente original, quién sabe lo que saldría de ahí. Nuevos mundos y nuevas perspectivas. Extravagancia... ¿Tal vez hastío de todo? O poco común de una manera insulsa.
¿Descubrir el alma a otro vale la inmortalidad?
Decídmelo vosotros.
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1 comentario:
Sólo hasta que las almas de quienes son descubridores expiren...
Muchacha, ¿sabes lo frustrante y adictivo que es caminar sobre el misterio de tus palabras?
PD: Entierro la cabeza en mis fórmulas matemáticas para estudiar mi exámen final de cálculo de esta semana y no veas qué ritmo cogen las actualizaciones, ¿eh? Ni hecho a propósito xD
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