lunes, 6 de diciembre de 2010



Mi madre solía decirme:

Un problema es un problema porque no estás mirando las cosas desde la perspectiva adecuada.




Hoy me he tumbado encima de la mesa de piedra que hay en ese monte, sí, ese monte a una hora andando desde mi casa. Ese monte de yonquis y asesinos, ese monte lleno de cosas oscuras.

Pero todos sabemos que la luz del sol hace retroceder a las sombras.

Y ahí, en libertad, e respirado el aire fresco, el aroma de los pinos, de la lluvia y la tierra mojada me ha envuelto.

Y cuando he abierto los ojos, he visto la tormenta pasar a toda velocidad por encima de mi cabeza, he visto claros, nubes negras, sol... a través de las ramas, de las hojas perennes de color vida, he visto


que los árboles respiraban.

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