miércoles, 20 de abril de 2011




Locura. La locura de hoy me devora. Podrían ofrecerme el mundo, y saldría corriendo a esconderme debajo de la cama.

Pero no. Esa que corre no soy yo. Yo soy la que permanece en silencio, mientras todo crece. Yo soy la que recorre el mundo, la sembradora. 


Nunca más una simple observadora. Dejadme el pincel, yo escribiré la obra. ¿No veis como las palabras se funden entre mis dedos, no veis como moldeo este metal eterno e incorrosible...?

No más miedo. Ni siquiera a la muerte. Porque es el despertar del sueño. No más soledad. No más apego. Fuera todo. Sólo soy un pedazo de carne; cuidaré más pues la sustancia invisible que me forma y me ayuda a expandirme.

Gracias.


Y perdón. Perdón. Perdón.


1 comentario:

Mew dijo...

Si pudiera quedarme mirando al infinito con una sonrisa traviesa en la cara y la chispa de tu locura prendida en mis ojos, este momento sería jodidamente ideal para llevarlo a la práctica.