martes, 18 de septiembre de 2012



Entre ayer y hoy, mis dos primeros días alone en estas tierras, ya he hecho dos cosas que, en circunstancias normales, habría evitado, por una mezcla de pereza y cobardía. Una de ellas es salir de fiesta con gente que no conozco, y la segunda, -quién lo diría- hacer tai chi.

Y sin embargo, aun a estas horas de la noche en las que mi mente empieza a divagar peligrosamente, mucho más cercana a los senderos del subconsciente, me atrevo a sacar dos valientes conclusiones.

La primera es que lo único que te puede pasar cuando estas rodeada de gente que no conoces... es que al final acabas conociéndolos a todos. 

La segunda es que el tai chi es raro. Es decir, que lo raro es que realmente relaja.

2 comentarios:

Annell dijo...

Tai chi? Me lo recomiendas?

Espero que esta nueva experiencia en tierras lejanas sea agradable. Y que algún día vuelvas para verme! ;_;

Besitos <3

Lena dijo...

=) Espero que hayas entrado con buen pie en esta gran experiencia que marcará tu vida. Espero que me cuentes con detalle proximamente como acordamos ;) Recuerdos de una arquitecta :P