Hoy me he despertado pronto y de buen humor, lo cual es interesante teniendo en cuenta lo poca calidad de mi sueño. Desde que esta ola de calor ha decidido convertir el mundo que conozco en un Infierno (literal) le digo adios a mis horas de descanso, que se ven sustituídas por un dar vueltas sin parar en un colchón ardiente mientras me frío en mi propio sudor. (Sí, suena mal, pero sin aire acondicionado ni ventilador, ¿qué queréis?).
En momentos así, solo desearía... convertirme en esto.
1 comentario:
Oh, sí, yo tuve que llevar un carrito de la compra absolutamente lleno de cajas que en conjunto pesaban más que yo durante... ¿medio kilómetro?... a las cinco de la jodida tarde con los 41 grados de Getafe.
Sé lo que sientes.
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