jueves, 30 de septiembre de 2010



No soy ni blanco ni negro, ni una cosa ni la otra.

Me gusta que se me conozca por las palabras. Si me viérais fisicamente, seguro que os formaríais un montón de ideas preconcebidas sobre mí (la mitad de las cuales no tendrían base alguna, seguro). Y a mí me pasaría lo mismo con vosotros, claro que sí, tampoco yo puedo evitar tener mis prejuicios. Pero así, con las letras, es como mejor podemos debatir sobre cosas profundas, porque somos casi totalmente ecuánimes entre nosotros. En realidad ninguno sabe realmente quién demonios es el otro (de llegar a hacerlo nos llevaríamos buenas sorpresas).

Pero me gusta que sea así. Sin lugar para las heridas, el dolor; sólo las palabras y las ansias de saber y descubrir mundo.




Y para que os hagáis una idea de lo poco que sabéis de mí, simplemente haceros una pregunta: ¿soy un hombre o una mujer? Porque no recuerdo haberlo mencionado en ningún momento... ;)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja das la impresión de un chico en ciertas cosas, espero que si me equivoco no te molestes :)
Igualmente, hacen falta muuuuchos miles de palabras para conocer a alguien!
(K)!

Niwa dijo...

Curioso y muy interesante que plantees esa última pregunta, porque me la vengo haciendo desde que empecé a curiosear por tu blog.
La verdad es que al principio me intrigaba sobremanera y según leía más entradas, mayor curiosidad sentía, pero es algo que ha terminado por perder importancia.

Me gusta mucho esa identidad neutra que has creado aquí. Y no me refiero solo al sexo, si no que de alguna manera has conseguido ser tan solo una inteligencia muy interesante al otro lado de mi pantalla. He de confesar que algunas entradas se me escapan y otras, estoy segura de que no he entendido del todo lo que quieres decir y es por esa razón, no sé nada de tí a parte de lo que escribes. Es algo contradictorio, porque en tus entradas y tus comentarios dices mucho y consigues captar toda mi atención, pero a la vez no revelas nada.

Una gran capacidad, sin duda.


PD: Personalmente, por lo que he leído hasta ahora, me inclino por el género femenino, pero es cierto que no sabría explicar la razón en condiciones. Quizás es mera empatía, vete tu a saber.

Mew dijo...

Tú, dear Shikaru, juegas jodidamente bien. Por mucho que me he roto la cabeza intentando descubrir cómo eres capaz de escribir sin adjetivarte, todavía no he podido salir de mi asombro. A medida que escribías y publicabas diferentes entradas pensaba una cosa u otra. He descubierto que muchas veces, por la estructura de la frase, pareces dar la impresión de pertenecer a uno u otro colectivo, pero sigue resultando confuso e insuficiente, no puedo justificar una elección, no puedo elegir cuál será mi respuesta final.

Y ya que hablamos de etiquetas y clasificación, pues qué otra cosa puedo decir más que que estoy totalmente de acuerdo contigo. Una de las cosas por las que me enamoró el mundo de la informática y la tecnología es precisamente esa: el drástico cambio de las relaciones que empiezan aquí. Son mundos diferentes, utilizamos reglas diferentes, lo vivimos de forma diferente. Es un espacio en blanco en el que puedes volcarte sin miedo (ese miedo que nos acompañará siempre a lo largo de nuestra vida), porque tenemos presente que el anonimato nos va a escudar y proteger.

Y bueno, realmente no considero una indiscreción que me plantees esa pregunta... te la contestaría de buena gana, pero considero haberte dado ya bastante poder. Cuanta más información se de, más poder obtendrá el receptor de dicha información. Tú tienes bastante poder, pero yo tengo muy poco. Así que... bueno, ya sabes. Yo también necesito algo de información para poder mantener un buen nivel de diálogo con mis interlocutores.

Desvela el misterio, que me estoy quedando sin uñas.