domingo, 6 de marzo de 2011



Es un amante ingrato.

Reclama mi atención cada día, cada hora. Nunca es suficiente y siempre quiere más. Si alguna vez huyo, me pierdo entre libros o por Madrid, en sus oscuras calles, él espera paciente, pero cuando vuelvo... cuando, como un gato mojado de lluvia y hambriento retorno al calor del hogar, me espera. Con él no hay perdón ni comprensión, sólo un duro y cruel silencio. Es inflexible con sus castigos, sabe que le pagaré mis ausencias con sangre si hace falta, y exige hasta la última gota que le corresponde.

Pero es que soy esclava de su compañía, de la manera en que suavemente me domina y la pasión con la que yo al final consigo obligarle a satisfacerme. No siempre es fácil, pues muchas veces es necesaria una lucha, y mi tesón de fuego, y mi amor incondicional por encima de todo que es, lo que finalmente, consigo ablandar sus entrañas, que son de frío marfil. Y entonces el tiempo se detiene, y somos uno, y yo navego por universos desconocidos, soy transportada por su fuerza a otra parte.

No hay nada en el mundo que pueda pagar eso que siento, esa corriente de electricidad fluyendo en mí, sentir que hasta la más mínima brizna de mi ser se estremece y vibra en un despliegue de sentimientos placenteros y colores que nadie que no haya experimentado antes puede comprender. Y esa sensación tan poderosa de saber con certeza que ese es mi sitio... 

2 comentarios:

Lucy Diamond dijo...

Me a gustado este breve relato; gris y lluvioso :D
Gracias por escribir,
besos.

Annell dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=SAXCukEzM14 Si consigues sacarla, te amaré por siempre jamás y te convertiré en mi esposa favorita cuando domine el mundo. I promise!

Por algún exótico motivo Google Chrome no me deja comentarte, te dejo esto desde Explorer y sin registrarme por vaga e___e

El amor de tu vida <3