sábado, 12 de marzo de 2011



Mi más profunda empatía hacia los habitantes de la isla del sol naciente, donde tantas cosas tienen su origen y también su fin.

Han sobrevivido mil veces al empuje de una tierra que quiere tragarse las pequeñas islas que constituyen su hogar, han sobrevivido incluso a las bombas atómicas. Que se sobrepongan a esta desgracia, a estas imágenes monstruosas de olas terribles que se tragan el mundo, de temblores que quiebran el suelo y derrumban la vida.

Por fortuna o por desgracia, me siento especialmente conectada a este país. Quien estudia una lengua no puede ceñirse sólo a la gramática y a unas cuantas palabras de vocabulario; un idioma es una forma de pensar, un idioma es una identidad, un idioma es una cultura, unos valores, una forma de ver el mundo.

Quizá aún no os hayáis dado cuenta hasta el punto que, el ser hablantes de español, catalán, o cualquier otra lengua, configura vuestras mentes de una manera silenciosa pero inevitable.

Por eso, estudiar su lengua significa mucho, al menos para mí.

Admiro muchas cosas de su cultura y rechazo otras, pero procuro aprender, al mismo tiempo que los verbos irregulares, el respeto que me permita empaparme de su sabiduría.

Así pues, dejadme que os hable de estas islas que jamás han sido conquistadas, de este pueblo que ha vivido aislado durante tantos siglos; de su complicada religión, que cree en el susurro de los árboles y la sombra de los animales salvajes, y en sus silenciosos e imponentes templos. Para ellos no existe el color verde y la palabra "no" es tabú en su vocabulario. Son capaces de morir sin dudarlo por una idea y perder el respeto a algo o alguien puede significar la muerte autoinfligida. La belleza para ellos no está en los fastos y lujos de occidente, sino en los detalles, las cosas pequeñas. Y los nombres propios son secretos...

Si me preguntaran por qué empecé a estudiar este idioma y no otro, no sabría responder. No es que sienta una pasión especial por el manga, el anime o el ramen (que me gustan, sí, pero tanto como la novela gráfica inglesa, el cine sueco, o la comida italiana). Tampoco porque adore a tal o cual personaje famoso japonés, ni porque desee imitar a alguna de sus tribus urbanas: visual-kei, lolitas... No. El origen de mi pasión se remota a cosas bastante diferentes.

A extraños cuentos narrados cuando no era más que una seta. Brujas con nariz de hierro, amigos que se convierten en bueyes, viejas diabólicas con garras en vez de pies... y un país de gatos.

A dibujos en tinta china que más tarde descubrí que eran letras.

A las inquietantes películas de Kurosawa-san, Kobayashi-san y Miyazaki-san, que mostraban escenas de otro mundo; personajes inconcebibles para mí entonces.

A los grabados observados aquella vez en un museo de París.

A las enseñanzas de todos mis maestros, (どうもありがとうございました) que hacen que cada día el aprendizaje sea más apasionante...



日本の人にいつもこううんをいのます。

すみません。

3 comentarios:

Adsi dijo...

JO-DER, mi más sincera y también profunda empatía hacia todas esas personas, hombre, mujeres, niños y niñas que han sido azotados por la furia de la tierra y el mar. Las noticias, las imágenes, los vídeos... todo eso que ha ocurrido, esta desgracia... no puedo evitar pensar en la suerte que tenemos. ¿La crisis? ¿De que? ¿Como siquiera podemos atrevernos a quejarnos, cuando ahí, en Japón, está a punto de pasar algo tan tremendo como lo que sucedió en Chernobyl? NO podemos.

Yo tampoco es que me sienta especialmente ligado a este país. Sí, me atrae, me encantaría ir de viaje allí y visitar todos esos templos y palacios, caminar entre las gentes. Ver, conocer y aprender. También me gusta el manga, el anime, adoro el sushi, las películas de Miyazaki... todas estas cosas que forman parte de este país, todas estas cosas que están allí. De alguna manera también han sido azotadas por estas catástrofes, las olas y los temblores. Estás cosas que son importantes para mi, en mayor o menor medida, importantes. Partes de mi al fin y al cabo.

Un beso enorme para ti, y muchos otros para todos los japoneses, que joder, tienen que superar esto con un par de cojones. Renacer.

Anónimo dijo...

Entra el mar,

lágrimas del planeta.

Dolor.

Zals

Annell dijo...

Dios, lo que ha pasado en Japón ha sido terrible. Aunque me jode muchísimo que los medios de comunicación en España (y el resto del mundo) sean tan alarmistas. Es como si quisieran pintarlo todo peor de lo que realmente fue para vender más. Porque oye, sí, cierto, fue terrible, pero es que lo de la radiación llegando a Tokio lo pintan en plan "VAN A MORIR TODOS, EL SEGUNDO CHERNOBIIIIIL!!" y ni de lejos, vamos...

Eso sí, un amigo y yo dijimos que si un terremoto de 8.9 en un país tan preparado para esas tragedias fue así de terrible, llega a pasar en España (o por lo menos en Canarias) y la mitad del país se iba al otro barrio >___>

Mira, te dejo esta página http://las1000grullas.wordpress.com/ La idea es que hagas una grulla de papel y mandar tu foto de tu grulla a las1000grullas@gmail.com A mí me parece una idea súper bonita. Y por si no te salen las grullas, toma http://vimeo.com/20957131 yo aun me las estoy viendo y deseando para que me salga la mía xD

Kissus!!