viernes, 8 de octubre de 2010




Dejar una droga es duro.




Porque los hábitos... los hábitos nos acompañan toda la vida, como los amantes despechados nos siguen acosando aún después del "no" tajante.



Mierda.




Pero quiero dejarlo. Quiero dejarlo. Quiero ser libre, de verdad que quiero.

Pero es superior a mí, a veces mis manos se mueven solas y mi cabeza desconecta (mala combinación, ¿verdad?)





Aunque si no lo dejo sé... sé que me joderá la vida. Y bastantes problemas ahí para tener que buscarse otros...






Tengo que ser fuerte. Yo empecé con esto, yo le daré fin.


Lo prometería, sino fuera porque no creo en mis promesas, las promesas de alguien que, muy pronto, va a estar con el mono.


En fin.


1 día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una droga es algo perjudicial para la salud tanto mental como física. Y en esos casos lo mejor es cortar de raíz. Obviamente es duro, pero siempre queda las pequeñas dosis de otras drogas menos perjudiciales para solventar el mono, como la música, los amigos, y un día en algún parque de atracciones para aumentar esa adrenalina!

Un beso :)

Mew dijo...

Así, a bote pronto, parece que estés hablando de dejar de fumar. Creo recordar haber leído (en algún comentario ajeno, seguro xD) que tú sí que fumabas, así que es lo primero en lo que he sido capaz de pensar...

Bueno la verdad es que yo no fumo, y aunque me pare a pensarlo, creo que no estoy enganchada a nada, así que no tengo mucha idea de cuál es el "verdadero" sentimiento de dependencia que crea una droga. Sin embargo, si es cierto que quizá haya estado muy cerca de sentirlo, porque cuando dependes demasiado de algo, inevitablemente terminas por darte cuenta... De todas formas me parece algo muy ambiguo y que depende mucho del cristal con el que se mire.

Y bueno, aunque no viene mucho al caso (ya que debido a mis horarios y a que esta semana mis profes han pegado fuerte con las clases), leyendo tu anterior actualización acerca de la soledad volví a pensar que si hay algo a lo que no renunciaría jamás es a la soledad. Quizá es difícil de entender, pero, aún sola, me tengo a mí misma. No sé explicarlo mejor, creo que tienes que sentirlo o haberlo sentido en algún momento para comprenderlo del todo.

Nos vemos!

Anónimo dijo...

Sí, bueno creo que eso nos ha ocurrido a todos alguna vez, verdad? Aunque ahora seriamente no hablaba de los ex, pero es verdad que se podría decantar por eso. Yo hablaba más hacia la amistad, pero todo vale, es lo mismo ahora que lo pienso...
Pero ahora me has dado que pensar xDDDDDDD Y es que joder, es eso... se empieza siendo amigos, se juntan las personas, se quieren, y cuando todo termina... es más fácil arreglar la causa y volver a estar con esa persona como su pareja que tener una amistad, y normalmente todo se echa a perder. Una pena...

PD:Yo también estoy deseando ir! Hace AÑOS que no lo visito jajajaja pero mis amigos no se deciden nunca y al final nunca acabo llendo -.-
Y eso sí que es una pena, ya podré tener cuarenta años y me seguiré sintiendo como una enana! jajaja :)

Mew dijo...

Entiendo a lo que te refieres, porque yo tampoco vine al mundo con la vida resuelta y el pensamiento definido, pero ahora no puedo evitar verlo como algo ajeno. Me pasé buena parte de mi adolescencia intentando comprender el verbo "encajar", y probé a vivir la vida desde diferentes estilos y perspectivas, adoptando roles sociales muy diferentes y haciéndome cargo de ellos al mismo tiempo. Era muy versátil por aquel entonces... y quizá fue por eso que aprendí que, pasase lo que pasase o hiciese lo que hiciese, de lo único que no quería desprenderme era de mí misma. Las modas, los amigos, los estudios, las preferencias... eran cosas mutables a las que podía renunciar, pero a lo que no quería renunciar bajo ningún concepto era a "mí".

Tú dices que hay veces que no te soportas y que necesitas de la compañía de las personas para poder volver a sentir que eres algo más que nadie... pues bien, a mí me pasa al contrario. Cuando entro en conflicto conmigo misma también hay una parte de mí que parece salir huyendo de su sitio, y cuanto más noto que la pierdo, más me encierro en mí misma para buscarla. Y mientras no se solucione el problema que me ha hecho entrar "en crisis" suelo sufrir un periodo de soledad voluntaria.

La verdad es que me enrrollaría muchísimo hablando de este tema (cuántas veces habré dicho ya esto xd)... pero lo que si quería decirte es que, desde mi experiencia, no has podido hacer mejor cosa que ponerte en camino. A las soluciones siempre se llega tras una serie de operaciones... que hayan tenido un buen planteamiento.