lunes, 4 de octubre de 2010





La crueldad.



Ves una mariposa. Es bonita pero fugaz. A no ser, claro, que la atrapes, y con sumo cuidado y delicadeza, le claves un alfiler. Entonces podrás enmarcarla y colgarla de la pared de tu habitación, y disfrutar de su belleza cuando te apetezca. Está muerta, claro, pero, bah, detalles sin importancia, ¿a quién le importa? A ti no, desde luego.



La crueldad. Puede que nazca del deseo de que todo sea siempre igual, del miedo a los cambios y al movimiento. Pero sobre todo, tiene su orígen en la falta de empatía.

2 comentarios:

Annell dijo...

Para mí, gran parte de la belleza radica en que es efímera.

Te dejaría un comentario más guay y largo, pero me tengo que ir =_=

Te loveo a lot, Shika~!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Annell, además, la crueldad gratuíta...por qué? cómo se puede disfrutar sin pensar en el sufrimiento del otro? o peor, cómo se puede disfrutar CON el sufrimiento del otro?? :S